lunes, 1 de diciembre de 2008

UN PUEBLO DE ESTRELLAS

Sé de un pueblo singular, donde sólo vive gente exitosa. A nadie que no sea un personaje de éxito se le admite su residencia. Allí habita MADONA, SHAKIRA, JUANES, SANTODOMINGO, y mil personajes más.

Y empezó a notarse la primera sensación del éxito que allí se respiraba cuando se vio que todos los afamados residentes tenían el mismo vehículo. En el pueblo sólo circulaba el último vehículo de moda, el más costoso, el más exitoso, el más celebrado. Y la característica más mágica de todas: todos de mismo color. Sí, sólo existe un color de éxito, y allí circulaba repetido por todas sus calles.

Y empezó a notarse la siguiente sensación del éxito que allí se respiraba cuando se observó que todos los afamados residentes tenían los mismos atuendos y los mismos vestidos. En el pueblo sólo circulaba el último grito de moda, lo más costoso, lo más exitoso, lo más celebrado. Y la característica más mágica de todas: todos de mismo color. Sí, sólo existe un color de éxito, y allí circulaba repetido por todas sus calles.

Y continúo sin parar notándose la sensación del éxito en otras fruslerías tales como la comida, la bebida, las construcciones, los jardines, la decoración, etc., que este pueblo singular no tiene par en el mundo al contar con una población que le gritó al mundo ABAJO LA DIFERENCIA con el uso indiscriminado de la DIFERENCIA, a la vieja usanza del idealismo comunista.

Ya nadie se volvió a preocupar por las cosas elementales de la vida, y hoy en mi pueblo de éxito, habitan tantas estrellas como innumeras e indiferenciadas puedo leer en el retazo de cielo estrellado que puedo rastrear desde mi ventanuco de observador irónico.

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