sábado, 11 de octubre de 2008

DE LA LLUVIA


En mi pueblo llueve a cántaros sin parar. Siempre se ve así, hasta los días en que la lluvia amaina.

Desde muy niños se aprende a llevar un paraguas bajo el brazo. Nuestro regusto por la ropa seca es superior al gusto por los libros.

Mi pueblo fue declarado patrimonio inculto de la humanidad el día que el mundo supo que nuestra gente prefería un paraguas bajo el brazo a un libro.

Ahora entendemos porqué el mundo vive de nominaciones y medallitas ignorando el lado húmedo de la vida.


jueves, 2 de octubre de 2008

DEL TRANSPORTE


Cuando la ciudad completó su sistema de transporte masivo, los choferes se fueron de vacaciones. La profesión de chofer, perdió su norte, su razón de ser, su afán.

Todos respiramos como en una atmósfera marciana. Al fin los choferes comprendieron lo que era la tranquilidad. El pueblo nunca volvió a saber de afanes, ni carreras, ni de cuentos. Hoy la profesión de chofer hace parte de nuestra prehistoria.

Lástima que aún queden poblaciones con choferes. Hace muchos años, que sólo exportamos conductores de transporte masivo.

Hoy en Bogotá, no lo podemos creer.